Cualquier persona…

Cualquier persona…

… Que, la sabiduría del mundo, ha dado, por una persona muerta, a lo largo, de toda la historia del mundo, pues en realidad, esa persona, mientras que, las demás personas, la lloraban, y le hacían, un triste funeral, en realidad, estaba conciliando, un sueño, muy feliz, que, le estaba curando, todas sus enfermedades, que, la estaba rejuveneciendo, por medio, de convertirla previamente, en un diamante puro.
Y por tanto, cualquier persona, que, la sabiduría del mundo, ha dado, por una persona muerta, a lo largo, de toda la historia del mundo, en lugar, de volverse, finalmente, invisible, a los ojos humanos, como, el patriarca Enoc, potencialmente, esa persona, podría, haber despertado, de nuevo, a la vigilia, en el mundo, tras volver, a respirar, y tras volver, a latirle su corazón, de nuevo, y contarles, por tanto, a las demás personas, todo lo que había soñado, mientras todos, la habían dado, por una persona, muerta.
¡¡¡Porque, esa persona, no había muerto, realmente, sino, que, esa persona, simplemente, se había dormido, muy profundamente!!!

Javier Rubio Ortín