Dios, le enseña, la verdad, a una persona.

Dios, le enseña, a una persona, la verdad.

Y por tanto, esa persona, sin ninguna enseñanza, aprendida, del mundo, de por medio, deja, de ser ignorante, y se vuelve, sabia.
Es decir, la sabiduría, de esa persona, es algo, totalmente desconocido, en el mundo.
Es decir, la sabiduría de esa persona, es la misma sabiduría, que poseía, esa persona, antes de conocer, el sufrimiento, o mal, en el planeta tierra.
De esta manera, fue, la sabiduría, de Salomón.
De esta manera, fue, la sabiduría, de Jesucristo.

Javier Rubio Ortín

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