Una persona, se aquieta, totalmente.

Una persona, se aquieta, totalmente…

Y por tanto, esa persona, se salva, de la muerte.
Y por tanto, esa persona, se queda, 100 % descansada, y 0 % fatigada.
Y por tanto, esa persona, se cura, a absolutamente, todas, sus enfermedades, y se vuelve, inmortal.
Y por tanto, esa persona, duerme-aquieta, enteramente, tanto, a sus pulmones, como, a su corazón.
Y por tanto, esa persona, desaparece, del mundo, sin dejar rastro.
Pero, el mundo, siempre torpe, y ciego, confunde, a esa persona, completamente aquietada, con una persona, muerta, y por tanto, la quiere incinerar.

Javier Rubio Ortín

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