Los siete días de la creación, o el comienzo, de la existencia del cosmos.

Los siete días de la creación, o el comienzo, de la existencia del cosmos.

En un principio, solo existía, el pensamiento humano, totalmente imaginario, respecto, de la materia-espacio, plenamente feliz, en forma, de la felicidad humana, plena, en forma de Dios-Padre, en forma de un sueño humano, plenamente feliz, vacío, de todo contenido, o en forma, de la nada, o la ausencia, de todo contenido.

Y en un momento dado, ese pensamiento humano, totalmente imaginario, respecto, de la materia-espacio, se volvió, un poco menos feliz, por medio, de una explosión, y pensó, por tanto, al Sueño eterno, del Reino de los cielos, es decir, un sueño humano, muy feliz, con un cierto contenido, no nulo….

Y en otro momento dado, ese mismo, pensamiento humano, totalmente imaginario, respecto, de la materia-espacio, se hizo, mínimamente feliz, y por tanto, ese pensamiento humano, totalmente imaginario, respecto, de la materia-espacio, se convirtió, en los pensamientos, totalmente imaginarios, respecto, de la materia-espacio, de unos cosmonautas de Dios, que empezaron a pensar, a las ideas, de un cosmos, con sus cielos nocturnos, con sus estrellas en combustión, y con sus planetas.

Y a cada una de la sucesivas, siete investigaciones de ese cosmos, por parte, de los pensamientos de esos cosmonautas de Dios, la Biblia, las denomina, como, los siete días de la creación.

Y durante, una eternidad, esos cosmonautas de Dios, en un principio, asexuados, pero convertidos ya, en hombres, y mujeres, se dedicaron a viajar, libremente, por todos los exteriores de todos los planetas del el cosmos, que pensaban, sus pensamientos, totalmente imaginarios, respecto, de la materia-espacio, por medio, de los ovnis, pero, sin verse sometidos jamás, al mal de la creación, prohibido por Dios, es decir, sin aterrizar, jamás, en los interiores tenebrosos, de unos planetas, como, el planeta tierra.