Quien ame, a Dios, sobre todas las cosas, y al prójimo, como, a sí mismo…
¡¡¡VIVIRÁ!!!
Es decir, esa persona, no se morirá, jamás, en el planeta tierra, sino, que, esa persona, desaparecerá, del universo, que, contiene, al planeta tierra, y aparecerá, en otro universo, mucho, más quieto, que el universo, que, contiene, al planeta tierra.
Javier Rubio Ortín
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