Toda persona, que vive, en el mundo….

Toda persona, que vive, en el mundo….

Por, el solo hecho, de vivir, en ese mundo, se encamina, directamente…
Hacia, el final, de su redención sufrida, del mal, es decir, hacia, el final, justo, de todos sus males (Justicia de Dios), y posteriormente, hacia su huida, de este mundo, hacia, otros planetas, del cosmos, las naves piramidales, o el cielo.

Jesucristo:
«Orad, a Dios, que vuestra huida, del mundo (Desaparición del mundo), se produzca….»

Javier Rubio Ortín