Una persona, muy enferma….

Una persona, muy enferma….

….Rechaza, por completo, la ayuda, que, le ofrece, Dios, y por tanto, esa persona, tras despertarse, enteramente, a la vigilia, por medio, de una larga, y terrorífica agonía, se muere, dejando detrás, un horrible cadáver, completamente blando…
….Y después, tras morirse, esa misma persona, concilia, un sueño, muy feliz, viajando, al cielo….
Y posteriormente, esa persona, abandona, el cielo, despertando, de ese sueño, celestial, en otro planeta, del cosmos, con un cuerpo, completamente sano, de nuevo.

Pues bien, esto, es, lo que no ha sucedido, en el mundo, jamás, porque, lo ha impedido, siempre, el poder protector, de Dios.

Javier Rubio Ortín

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